martes, 25 de octubre de 2011

Música Medieval

La Música Medieval está marcada por un carácter básicamente religioso y casi todos los trabajos realizados eran para la iglesia Católica. En cuanto a la Música profana, era difundida gracias a los juglares y trovadores. En esta época apareció el llamado Canto Gregoriano que fue la culminación del canto sin acompañamiento.



Música en la Edad Media

Tras los relatos de los padres de la Iglesia como San Agustín y otros sobre la función de la música, el canto reglamentado por San Ambrosio y San Gregorio (que se perdió) fue analizado por Casiodoro, teórico sucesor de Boecio en la corte ostrogoda. La teoría del canto gregoriano se expuso luego a cargo del monje anglosajón Alcuino, que organizó la música en la corte de Carlomagno. Fueron ocho modos eclesiásticos o tonos, aunque San Isidoro de Sevilla (579 -636) había dedicado un estudio a la música en sus Etimologías. Asimismo a fines del siglo IX el monje flamenco Huebaldo analizó la técnica del organum. A su vez San Odón, abad de Cluny, procuró cambiar los nombres de las notas, sin lograrlo. Lo consiguió en su lugar Guido D' Arezzo. Finalmente, se destacan los aportes intelectuales de John Cotton en el siglo XII y de su coterráneo Walter Odington en el XIV. Cien años atrás, el inglés John Garland fundó la llamada Escuela de París (distinguiéndola de la de Colonia). Luego retomó sus investigaciones Marchetto de Padua y los franceses Jean de Muris y Philippe de Vitry.

Guido D'arezzo:

Monje benedictino nacido en París (aunque no se confirma) en el año 995. Ejerció en Arezzo y falleció en el año 1050. Fue un eminente teórico que presentó sus principios musicales ante el mismo papa Juan XIX. Perfeccionó la escritura musical al adoptar las líneas horizontales paralelas para marcar las alturas del sonido e ideó un método para enseñar las notas mediante la señalización de diferentes falanges de los dedos de la mano (solmisación).
Para ello, empleó el Himno de San Juan que en las primeras sílabas de cada verso sirvieron para dotar de nombres modernos a las notas (excepto el do, que era el ut).


Música y Universidad:

Tomás de Aquino y su Escolástica (siglo XIII) estableció la segmentación de los planes de estudio de las primeras universidades, amparadas por la Iglesia y estableció así una diferenciación entre el trívium y el cuadrivium, al que correspondía el estudio de la música además de la aritmética, la geometría y la astronomía que junto a la gramática, la retórica y la dialéctica del trívium (llamadas siete artes liberales) preparaban al alumno para ingresar a las facultades de teología, derecho y medicina.



ARS ANTIQUA - ARS NOVA

En la Europa de los siglos XIV y XV surgieron dos estilos musicales que se denominaron ars antiqua y ars nova.
La diferencia entre ambos fue el refinamiento métrico del segundo, que alcanzó más precisión rítmica en la escritura, pudiendo trazar de esa manera un entramado polifónico más complejo.
Los géneros característicos del ars antiqua, relacionado con la escuela de Notre Dame, son el organum, el rondó, el conductus, el hoquetus y, en especial, el motete primitivo.


En 1280 Franco de Colonia introdujo un nuevo tipo de grafía rítmica que subsistió hasta el siglo XVI, la notación mensurable. Un ejemplo español destacado son los Códices de Huelva.
El ars nova nació en París y propone una innovación en la manera de componer los motetes, introduciendo técnicas cíclicas como la talea y el color.

Los creadores más destacados de la época son Philippe de Vitry y Guillaume de Machaut, reconocido por su misa profana del Hombre Armado.


Motete

Tiene su origen en las cláusulas o pausas que en estilo de discanto se intercalaban en un organum. Luego esas cláusulas cobraron vida, recibiendo textos distintos para cada voz.
Esta técnica pronto cubrió el continente. 

La pluralidad textual le permitía el agregado de textos profanos en convivencia sonora con los sagrados.
El material básico, la línea del tenor, ya no provenía sólo de la liturgia, y podía ser una canción trovadoresca.
La conjunción de voces producía un efecto sonoro y semántico asombroso.
A fines del siglo XIII surgieron dos variantes, una con una voz superior en ritmo rápido y el tenor muy lento, cuyo mejor ejemplo lo compuso Petrus de Croce, y otro tipo de motete en el que las voces progresan a un ritmo prácticamente igualado.



Conductus
Género polifónico reconocido por su estructura rítmica uniforme y por la asignación de una nota a cada sílaba del texto, excepto en los caudae (o codas) melismáticas sobre una vocal. Otra cualidad que lo diferencia de los conducti de épocas anteriores es que el cantus firmus del tenor no viene de la liturgia, sino que es una melodía compuesta, configurando el primer ejemplo en la música occidental de una composición original por completo.

Rondó
Música vocal de cámara para cuartetos o quintetos de cantantes que generó muchas composiciones, sobre todo en Francia. Estilo que demanda voces muy profesionales y expertas, dada la complejidad de la polifonía, que lo distingue de otras variantes populares a una sola voz. Estas obras, que los franceses llamaron rondeau, en latín fueron rondellus y en España, rondas o rondallas. Tenían un estribillo entre los que se alternaban coplas monódicas.

Canon
El contrapunto presentó entre sus primeras técnicas al canon que en Italia se llamó caccia (caza), la imitación de la voz al unísono. Luego, esta técnica fue sofisticándose, y las voces se imitaban a distintos intervalos melódicos (por ejemplo, una melodía que iniciaba con do-re-mi, se imitaba a la quinta: sol-la-si). Asimismo, se podían alterar los valores rítmicos, logrando la disminución y aumento del tema.

Hoquetus
Es una técnica polifónica por la que una melodía aparece fragmentada entre varias voces, como el hipo y de allí su nombre. Podían ser vocales o instrumentales y en este caso la melodía alternaba entre distintos instrumentos



BIZANCIO

Bizancio (Constantinopla y hoy, Estambul) fue reconstruida por Constantino y nombrada capital del Imperio Romano unificado en el año 330. En el 395, se produjo el cisma de la Iglesia y quedó la ciudad al frente del Imperio de Oriente hasta ser capturada por los turcos en 1453. La música bizantina se caracterizó por los himnos religiosos elaborados como versos sobre contenidos bíblicos, que luego serían los stichera. Se entonaban entremezclados con los versículos de los salmos de oficio, a la vez que los kanones eran una creación poética de las odas bíblicas. Los últimos intercalaban frases de distintos orígenes y fragmentos de melodías conocidas, en un proceso llamado centonización. También existieron pasajes ornamentales: las melismas. Igual que en las culturas clásicas de otros pueblos, la centonización utilizaba fórmulas melódico-rítmicas que tenían un lugar fijo en la interpretación. Los hindúes lo definen como raga, los árabes como maqam y los bizantinos.



Teóricos

Se destaca Juan Kukuzeles, monje del monte Athos, que en el siglo XIII escribió un tratado que reemplazó al antiguo sistema de notación, tarea que no se completó hasta el siglo XIX, cuando el archimandrita Crisanto y dos musicólogos consiguieron interpretar y simplificar la notación bizantina. El poeta músico Andrea de Creta (siglos VII y VIII) y Cosmas de Majuma (siglo VIII) fueron anteriores a Kukuzeles así como San Juan Damasceno (708 - 754), que se relaciona con grandes adelantos en la partitura.



Notación bizantina

Los modos bizantinos se diferenciaron de los gregorianos en sus finales y por la inclusión de sonidos alterados, ajenos al sistema básico. El sistema de notación se basaba en neumas latinos: punto, acento agudo, acento grave, coma, apóstrofo y signos de combinación. Esta notación antigua, ek-fonética o recitativa, se reemplazó en el siglo XI por la notación diastémica, que incluyó dos tipos de signos: los fonéticos, que representan sonidos, y los áfonos, que expresan duraciones, con un repertorio próximo a los cincuenta signos.



Instrumentos medievales

Los instrumentos conocidos en la Edad Media llegaron a Europa desde Asia a través de Bizancio o por medio de los árabes del norte de África y España. En los casos como el del arpa, llegaron desde las islas británicas antes del siglo IX. Asimismo hubo instrumentos de arco, como la viela, prototipo del violín moderno y una variante de tres cuerdas con manivela: el organistrum o zampona. También caracterizaron a la época el salterio (antepasado lejano del clave) y el laúd. Entre los vientos, las flautas, chirimías, algunos tipos de oboe, trompetas (en la nobleza) y gaitas (o cornamusas).

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